EL ROL DE LA COMUNICACIÓN EN LOS PROYECTOS DE DESARROLLO.
Por: MG. GINA GOGIN SIAS
Mayo del 2007.
Uno de los retos mayores de la comunidad mundial es el de la erradicación de la pobreza y las consecuencias que deviene de ésta. Para responde este reto se necesitarán nuevas tecnologías y nuevas formas de colaboración e interacción entre los actores socio-políticos y culturales, que están implicados y comprometidos con este proceso de cambio social. Sin embargo., sin un trabajo de difusión intensiva de éstos, pero además utilizando la formas, modalidades y medios de comunicación, a partir del conocimiento que se tenga del Público(s) al que queremos dirigirnos. Para el acceso a la información, el aprendizaje, y el cambio de conductas, es pues imprescindible, el conocimiento de lo que llamamos en Comunicación Social –“EL OTRO”- de la comunicación.
¿Qué es Comunicación para el Desarrollo?
La comunicación para el desarrollo, es una herramienta eficaz que puede contribuir a lograr los objetivos y la sostenibilidad de los resultados de los proyectos de desarrollo. Informar, educar o elevar el nivel de conciencia son ingredientes necesarios de la comunicación, pero no son suficientes para que la gente cambie prácticas y comportamientos establecidos a lo largo de mucho tiempo. La comunicación para el desarrollo busca lograr un cambio en el comportamiento y hacer sostenible el desarrollo alcanzado. Pues todo proceso de desarrollo requiere de un cambio en el comportamiento de las partes involucradas.
Al respecto, diversas investigaciones indican que los cambios en conocimiento y actitudes no necesariamente resultan en un cambio de comportamiento. Porque para generar cambios en el comportamiento, es necesario partir la lógica y las prácticas sociales de la propia población. Es decir, “descubrir” y entender las barreras para el cambio o adopción de nuevas prácticas y la lógica en el comportamiento de la población. No basta con crear conciencia en cuanto a los "beneficios"; es imprescindible entender los obstáculos que enfrenta la gente o los "costos" que ellos creen que se derivarían de tal cambio.
Una comunicación efectiva consiste en difundir información a públicos específicos, escuchar sus necesidades e inquietudes y responder apropiadamente. Ya sea que se esté discutiendo un proyecto específico o un programa de reformas más amplio -desde salud, educación o desarrollo rural hasta desarrollo del sector privado, o reforma financiera o judicial- la idea es construir el mayor consenso posible, mejorando para ello el grado de entendimiento público y promoviendo un diálogo informado entre todas las partes involucradas.
Aquellos programas de comunicación que son bien diseñados, y ejecutados de manera profesional, y que integran en programas de desarrollo un buen entendimiento de la realidad política local, así como del contexto social y cultural, pueden hacer la diferencia entre el éxito o el fracaso de un proyecto.
El conocimiento y la información son factores esenciales para que las personas puedan sacar provecho de las oportunidades y desafíos que plantean los cambios sociales, económicos y tecnológicos, sobre todo aquéllos que contribuyen a mejorar la productividad, la seguridad alimentaria y los medios de vida de las poblaciones menos favorecidas. Pero para que sean útiles, el conocimiento y la información deben ser comunicados eficazmente a las personas. Por eso la comunicación, como parte de los proyectos de desarrollo, debe posibilitar, entre otras cosas, el empleo de procesos y medios de comunicación destinados a ayudar a la población a intercambiar experiencias, encontrar bases comunes para la colaboración, y participar activamente en actividades de desarrollo y gestionarlas.
La comunicación para el desarrollo abarca muchos medios y enfoques diferentes, como medios de difusión populares y agrupaciones sociales tradicionales, radios rurales para el desarrollo comunitario, videos y módulos multimediales para la capacitación, y la Internet para vincular a los investigadores, educadores, extensionistas y grupos de productores entre sí y con fuentes de información de carácter mundial.
Sea que las aldeas estén comunicadas con el mundo exterior a través de las telecomunicaciones modernas, o que aprendan lo atinente a la atención de salud a través de proverbios y cantos populares o escuchen transmisiones radiales sobre las mejores prácticas agrícolas, el proceso es siempre el mismo: personas que se comunican y aprenden juntas.
La comunicación para el desarrollo, debe contribuir a fortalecer las capacidades de los sistemas nacionales y regionales de investigación, extensión, enseñanza y comunicación, de manera que la población disponga de los conocimientos y aptitudes necesarios para mejorar su productividad, sus ingresos y sus medios de vida, y administrar de manera sostenible los recursos naturales de los que depende.
Sin embargo, el trabajo de la comunicación en proyectos de desarrollo, no debe pensarse únicamente a nivel local. Por ello, en la lucha contra la pobreza, debe servir a los propios gobiernos; ya sea brindando asistencia técnica en comunicación, así como las herramientas comunicacionales (entre ellas, la formulación de estrategias) necesarias para desarrollar y ejecutar de manera exitosa los proyectos y esfuerzos de reforma en beneficio de los pobres.
La comunicación para el desarrollo, implica también la creación de mecanismos que amplíen el acceso público a información sobre las reformas; el fortalecimiento de la capacidad de los gobiernos de escuchar a la población y negociar con las partes involucradas; el fortalecimiento de las organizaciones de base para lograr un proceso más participativo; y la realización de actividades de comunicación basadas en estudios de opinión pública.
Gina Gogin Sias
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