Nuestro propósito principal es crear un espacio de discusión sobre el rol y la función que la comunicación social tiene en los proyectos de desarrollo y promoción. Los invitamos pues a leer y comentar los breves artículos que hemos escrito a propósito de lo que llamamos el "COMPONENTE COMUNICACIONAL". Gina Gogin Sias
DE LAS NUEVAS RELIGIOSIDADES EN EL PERÚ
DE LAS NUEVAS RELIGIOSIDADES EN EL PERÚ.
“LA DIVINA REVELACIÓN ALFA Y OMEGA”
Por: Gina Gogin Sias
“... la ciencia se ha convertido en la religión laica de occidente,
porque mucha gente cree en ella por fe
y no porque hayan entendido las explicaciones científicas”
Karl Jaspers
L
a necesidad de mirar el campo religioso, no solamente como un lugar de satisfacciones individuales y reordenamiento de los valores morales, sino como espacio clave de intercambios y mediaciones comunicacionales y producción cultural de significados, tomando en cuenta el carácter masivo del consumo, nos hace percibir el importante rol que juega la comunicación, especialmente el discurso que ofertan los medios masivos, en la construcción de identidades, socialidades, aspiraciones y concepciones del mundo. Sin embargo, la definición que usualmente se tiene de ésta, la asocia únicamente con el uso de los medios, en los ámbitos de difusión, propaganda y publicidad. Los comunicadores sociales, la concebimos como un proceso de producción de sentido. Es decir, no sólo tiene que ver con el soporte técnico y tecnológico, el uso de los medios y la captación de audiencias. La comunicación es, para nosotros, también práctica productora de significados sociales. También observamos aquí cómo lo secular moderno parece convivir de manera cómoda con el discurso y la ritualidad religiosa tradicional.
En ese sentido, es interesante observar el modo cómo el rito religioso se manifiesta, no sólo en su función normativa, sino también en su carácter comunicativo, es decir persuasivo, en tanto que "... el ritual aparece como una dramatización de los mitos fundamentales de la comunidad, de los sentimientos religiosos que los convocan, de la forma en que se concibe la fusión del orden cósmico con el orden cotidiano y del reconocimiento de los símbolos sagrados compartidos. Es -como lo denomina Greimás- un simulacro, en tanto espacio simbólico donde se desenvuelve el acto discursivo religioso, es la escenificación de diversos saberes y creencias compartidas". [1]
Pero, ésta suerte de puesta en escena del rito religioso, no debemos observarla solamente como una reproducción mecánica del mundo mass-mediático, pues este fenómeno se constituye también en un elemento de cohesión social y de reconocimiento, es decir en un modo de mirarse y mostrarse ante los demás y en donde entran en juego no sólo los contenidos sino también "... esa voluntad recíproca de ver(se), que es voluntad de dramatización, de representación, que forma parte de la sustancia misma de lo social: la teatralización constante de la vida colectiva".[2]
Los medios, lejos de cumplir únicamente funciones de entretenimiento e información, también colaboran en el proceso de construcción de la realidad y de configuración de las identidades múltiples y plurales de los sujetos sociales.
Hoy constatamos profundas modificaciones en las creencias, conductas y sensibilidades religiosas y culturales, que ha traído como consecuencia una variación sustantiva del mapa confesional: re-lecturas de textos bíblicos, campañas de "reclutamiento" confesional, la creación de nuevos textos "sagrados" y el traslado del púlpito a los medios de comunicación. Los peruanos, desde hace cinco siglos, seguimos realizando una serie de reinterpretaciones, resignificaciones y resemantizaciones del cristianismo; pero también subsiste la tentación sincrética que no se detiene ante aportes religiosos o mágicos diferentes a la tradición judeo-cristiana.
Un ejemplo "sui generis"
En el año 1982 un artesano joyero provinciano radicado en Lima, Antonio Córdova Quesada funda la Divina Revelación Alfa y Omega, para difundir las revelaciones divinas que el Padre Solar hiciera a Luis Antonio Soto Romero, ciudadano de nacionalidad chilena, quien vivió en Lima sus últimos 4 años falleciendo en 1978. En términos legales, se constituye como la Asociación Misionera de la Orden Revelada (AMOR), Hermandad del Cordero de Dios. Esta institución se define como un “nuevo conocimiento, el último y verdadero”, por esta razón afirman no ser “ni religión ni política".
El Sr. Soto -quien según Antonio Córdoba, resucitó tres días después, quedándose en Lima algo más de un mes, antes de viajar por barco hacia China- escribió durante su vida y por inspiración telepática, 4,000 pliegos de cartulina, que sus seguidores, denominan Los Divinos Rollos, además de 200 cuadernos con 10,000 leyes en las que se explicitan las normas de conducta de quienes opten por la salvación a través de la Divina revelación Alfa y Omega. Respecto a estos documentos, el Hermano Córdova señala que existen más Rollos Divinos y más leyes en otras partes del mundo. Estos documentos "sagrados" toman algunos textos bíblicos, haciéndoles una relectura en la que quizás la parte más relevante sea el Apocalipsis de Juan.
Los miembros de esta asociación afirman que el fin del mundo está cerca, y que es inminente también el juicio final. Sólo se salvarán los que accedan al nuevo conocimiento, es decir a la última revelación presente en los rollos telepáticos. Ellos reconocen la existencia de los OVNIS, a los que consideran “hermanos mayores" que vigilan nuestros actos, y afirman que los platillos voladores, se registran todos nuestras acciones, buenas y malas, por tanto tenemos el registro de nuestro comportamiento, almacenado en las computadoras que poseen estos platillos voladores, para el día del juicio final.
La doctrina, con pretensiones al mismo tiempo espiritual, filosófica y científica, es un caso sui generis en el escenario religioso nacional, pues combina elementos que difícilmente los encontraremos en otros grupos: ufología, elementos del cristianismo, profetismo, gnosis, reencarnacionismo, vegetarianismo, escatología, secularismo, cientificismo, revolucionismo, milenarismo y un tipo especial de mesianismo, pues consideran que la venida de Cristo ya ha acontecido en la persona de este individuo Soto. Ésta para ellos sería la tercera “reencarnación”de Cristo, siendo la primera en Moisés, la segunda en el que se conoce como Cristo y la tercera en el ciudadano chileno Antonio Soto Romero.
Esta revelación anuncia además, una nueva era para el Planeta Tierra -la del Tercer Milenio- así como su unificación en una misma fe y en un mismo sistema económico: el comunismo celestial. Pero antes de llegar a éste, se destruirá este extraño sistema de vida basado en el oro y se realizará el juicio final. La imagen del juicio final es recreada a partir de relatos similares presentes en el Apocalipsis y de elementos tomados de la cultura de masas, afirmando que se podrán ver los pecados, en el mismo momento en que eran cometidos, a todo color en una pantalla gigante La Televisión Solar. Y como consideran que existe vida no solo en este planeta, también estarán presentes “nuestros hermanos extraterrestres”, quienes han estado observando nuestros actos desde sus “naves plateadas”. Ellos constituyen formas más avanzadas de vida, pues son criaturas que se reencarnan infinitas veces, en virtud de “sus libres albedríos”, avanzando desiguales en el conocimiento de las Divinas Leyes. Sólo este conocimiento y un consecuente modo de actuar, permitirá pasar el Juicio y entrar en el Reino de los Cielos. La doctrina del Cordero de Dios o Ciencia Celeste es pues ofrecida de modo especial a los países que conforman el Tercer Mundo. Por tanto, son los que se dejaron ganar por este extraño sistema de vida, los que no podrán entrar en el Reino de Dios; es decir: los ricos, la alta sociedad, los nobles, los fabricantes y traficantes de armas, los religiosos de todas las iglesias -en especial las cristianas-, los funcionarios de aduana que roban, los periodistas que mienten, los editores de creencias mundanas, etc.
Todo nos lleva a preguntarnos por qué la gente se adscribe y permanece en el grupo, pero también qué significa -material y simbólicamente- el conocimiento y la ciencia para los fieles de Alfa y Omega. Hemos encontrado respuestas parciales en la encuesta aplicada y en las múltiples conversaciones que hemos tenido con los diferentes miembros del grupo, como también en la observación de su conducta frente a las charlas, o durante la lectura que hacen, generalmente los domingos, de los planos. Sin embargo, a su vez, las respuestas abren un conjunto de reflexiones que incluyen preguntas tales como el significado de la ciencia, el papel del sentido común, pero fundamentalmente el significado actual de la experiencia religiosa y del status del que goza el saber científico.
De allí lo interesante de entender la doctrina no en tanto ella, sino como elemento de congregación y de creación de un grupo religioso. Pues si bien toda la doctrina de Alfa y Omega proviene de las supuestas revelaciones al personaje Soto, el grupo religioso se logra constituir por Antonio Córdova, quien organiza la congregación haciendo de estas “revelaciones” la doctrina fundamental. Como se puede apreciar en la doctrina, la formulación de sus supuestos, la lógica intelectual presente y la peculiar apropiación de elementos de diversos horizontes culturales que allí se hace, no resistiría ningún análisis con arreglo a la tradición occidental –aristotélica- mucho menos con arreglo a criterios cartesianos científicos modernos. De allí la pertinencia de entenderla desde un concepto de comunicación, entendido éste como un proceso de producción de sentido. Pues si bien la doctrina de Alfa y Omega es una excelente muestra de lo que puede significar la apropiación cultural en el campo de lo religioso, es igualmente importante empezar a indagar los procesos, o dispositivos culturales que han permitido la atracción de estas personas. Dicho de otro modo, creemos necesario preguntarse cómo ha podido lograrse un grupo, en función de la construcción del discurso religioso de un solo individuo (Soto) y la legitimación que de éste hace otro individuo (Córdova), que es quien finalmente hace de lo escrito por Soto, la hierofanía fundante, el elemento sagrado, en el cual van a creer y tener fe los miembros de Alfa y Omega.
El Intelectual Pobre.
¿Quién es un intelectual y quién no lo es?
¿Quienes son los intelectuales verdaderos?
Los intelectuales, así como los artistas, gozan de un capital simbólico que les da el reconocimiento, la consagración, y el respeto social. Aunque no forman parte de los sectores de poder, dominan sin embargo, en tanto que poseen los privilegios que confiere un capital cultural. Pues el capital que poseen es de un tipo muy especial, porque es instrumento de apuesta, competencia y rivalidad en el seno mismo del campo. A esto se le añade que la naturaleza del reconocimiento no se mide en términos de dinero ni éxito comercial. Pero, hay que precisar que el campo intelectual, en el que incluimos aspectos como la instrucción, la educación institucional y no institucional, es el campo en el que se expresa de manera explícita la diferenciación social.
En Alfa y Omega encontramos lo que nosotros llamamos el intelectual pobre, aquella persona que no tiene ni los recursos cognoscitivos suficientes ni las fuentes de información correctas para acceder al mundo del saber científico, el más valorado, y por tanto el más codiciado. Sin embargo sí presentan una fuerte inquietud por el conocimiento y el aprendizaje en general. Este interés, según nuestras observaciones, si bien parte, del planteamiento de preguntas trascendentales que se ha hecho el género humano “quien soy, de donde vengo, adonde iré”, no se agota en eéstas sino que abarca la propia vida y el sistema social, así como los diversos campos de las diferentes ciencias: matemáticas, biológicas, médicas, etc. Los miembros de este grupo son migrantes de clases pobres que a pesar de sus limitaciones de lenguaje, con gran imaginación y apertura, intentan elaborar una concepción del mundo que les satisfaga ética e intelectualmente.
Por otro lado, se trataría por tanto de un grupo religioso conformado por miembros con cierto nivel de educación formal, pero además con una actitud de permanente búsqueda intelectual, vemos que es ésta la principal característica del perfil del miembro: la necesidad de buscar respuestas a sus necesidades intelectuales y de conocimiento.
Alfa y Omega, movimiento religioso según dicen algunos, milenarista, ufológico, escatológico, etc. -categorías con las que discrepamos[3]- convoca a individuos de sectores socio-económicos comúnmente llamados “humildes”, los que los modos de de estratificación usados hoy, pertenecen a sectores C [4], pero que tienen una orientación espiritual y cierta búsqueda intelectual.
Ya hemos visto que los movimientos milenaristas son respuesta de sectores sociales o culturales que sufren la pobreza y el desarraigo. Se trata de sectores de baja condición social, por su origen étnico y cultural, vinculados en lo laboral a trabajos modestos y humildes. Estos sectores son los más vulnerables a la anomia y la desintegración, sobre todo ante las expectativas no satisfechas, lo cual genera frustración. Ante ello en estos sectores tiende a generarse una búsqueda de un sistema de valores que genera identidad y autoestima como “la cultura”. Por ello, el conocimiento y ciencias alternativas, “divinas”, ofrecido en la revelación por el Divino Padre Jehová, responde también críticamente en términos ideológicos y simbólicos a la sociedad mayor. Luego la “revelación” es también un intento por reinventarlo todo, por escribirlo todo (abarcando todas las ciencias que se conocen); y es, de modo velado, pero las más de las veces evidente, crítico y beligerante, contra los sistemas políticos y especialmente el sistema capitalista, al cual se le asocia con lo satánico. La beligerancia del discurso, sublimado a doctrina “revelada” por la divinidad, cumple sociológicamente la típica función del milenarismo: denuncia abierta o encubierta a la situación de precariedad.
En este sentido, la función contestataria o de protesta -forma política embrionaria, de este conocimiento y ciencia alternativos- es una de las funciones que observamos en la doctrina. Esta, es una actitud de permanente búsqueda del saber, de deslumbramiento frente al conocimiento, más aún si éste se presenta como científico, para personas como las de Alfa y Omega, que no se nutren exclusivamente del campo científico del saber, sino que se halla entrecruzado con una mirada mágico-religiosa del mundo, de Dios y de la vida; casi como están escritos los llamados Divinos Rollos, en una suerte de amalgama incomprensible, que mezcla - con atrevida desvergüenza académica- campos del saber, que las ciencias se han preocupado en separar.
Gina Gogin Sias
Marzo, 2007.
[1] Pérez, Rolando. “La iglesia virtual en los tiempos posmodernos. Lecturas sobre las comunidades religiosas del ciberespacio”. En Caminos. Centro Cristiano de Promoción y Servicio, 1997; “Religión y Comunicación en tres grupos religiosos”. Informe de investigación. Centro de investigación en Comunicación Social de la Universidad de Lima (Cicosul). Lima, 1995.
[2] Ibíd.
[3] Según la definición académica de éstas.
[4] Ver datos de APOYO, IMASEN o CPI.