LA RELIGIÓN DE LA CALLE

LA RELIGION DE LA CALLE Gina GOGIN SiAS Sugerente título, pero a la vez difícil de asir... de comprender. Más allá de los tecnicismos metodológicos que exige hablar conociendo el tema, y no disertar nuestras especulaciones, que de tanto latear por aulas, reemplazar la vida por la lectura; y finalmente usar la consabida frase "todo el mundo", olvidando que ese mundo es el nuestro. Es decir el de nuestro ethos, el de nuestros pares -llámese amigos-. Pues "como escuché alguna vez: NO ES QUE EL MUNDO SE ALEJE DE NOSOTROS, SINO QUE NOSOTROS NOS ALEJAMOS DEL MUNDO. Por ello, las disculpas iniciales son necesarias. No conozco a "todo el mundo", ni lo que el polisémico término CALLE significa para quienes hablamos de la "gente de la calle"; o en su defecto del hombre "común y corriente".. Que intuyo sea pensado desde quien no se ubica en la "calle"...(quizás sólo cuando camina hacia un lugar concreto, y no gusta de nomadismos que significan perder el tiempo...o "estar perdido") Por ello, estos párrafos iniciales pueden parecer para quienes gustan de INTERPRETAR AL AUTOR, signos de inseguridades que deben -obligatoriamente- desaparecer en el mundo que llamamos "académico"; o con un sentido algo irónico -de uno mismo- "mundillo intelectual". Sin embargo, la lectura de un texto, también es plural, y es también la necesidad de expresión de los autores; como la que suscribe. Por ello estas ideas, especulaciones, dudas -sin el rigor que impone la investigación, hoy entendida como la forma de encontrar LA VERDAD ( quizás sea ésta la búsqueda atávica de la piedra filosofal?); es un espacio que agradecemos para quienes debemos ser y aparecer como maestros, profesores, especialistas o investigadores. Por ello, asumimos la libertad de los MODOS DE VER, LAS GRAMATICAS DE COMPRENDER DEL LECTOR, y su AUTONOMIA E INDEPENDENCIA EN SU PROPIA CONSTRUCCION DE ESTE TEXTO.... Por ello, agradezco la confianza, la consideración, el respeto; y por supuesto, la invitación que nos hace "UMBRAL", porque felizmente se reconoce como la revista de la razón y la ignorancia....Son muy pocos los espacios que tenemos hoy para pensar, -peor aún para dudar. Esto, al margen de lecturas, tertulias. Son muy pocos los espacios que, ahora con los valores trastocados, nos permiten pues el OCIO CREATIVO. Curiosamente el la época de la" INFORMACIÓN", se ha vuelto casi un lugar común, y es más, característica de quien -por oficio o por hábito de monje- se dedica a explorar, interpretar o investigar la sociedad. Precisamente, es en esta época en la que más escuchamos que es necesario re-pensarlo casi todo, desde las matrices del llamado pensamiento científico, hasta nuestros propios proyectos de vida e identidad de género. Pero, creo, como dice Baudrillard, aquel ensayista francés tan criticado por ser "pesimista", 2meramente especulativo"; y hasta fantasioso, es el ESCANDALO, la mejor manera de esconder lo que aparece -casi como un estribillo- en el discurso; pero que realmente no sucede, ni sucederá. Como ejemplo está el título de su texto "la guerra del golfo pérsico nunca existió" Es en un contexto parecido, desde el que se habla, nuevamente hoy, de la RELIGION. Esta se vuelve tema de agenda en los medios, protagonista de peleas y etnocentrismos de toda clase. Sin embargo, aunque no sea precisamente el tema que abordaremos; sirve para la estratégica reorganización del ajedrez mundial. Nada fuera de lo común, si concebimos el cambio como parte inherente a la historia de la humanidad. No es casual que "aparezca" siempre e momentos parecidos. la RELIGION, no "aparece", porque forma parte de la estructura y el engranaje casi "genético" del desarrollo de nuestras sociedades. No podía ser de otra manera, pues ya sea, como principios morales, como normas éticas y/o como moral, la RELIGION es una suerte de IMPRONTA que envuelve, "moldea" nuestro "norte" en la vida. Nos señala qué se puede o debe hacer, a qué se puede aspirar, qué es lo lícito y lo ilícito. Todo ello, a pesar de quienes ven en el fenómeno de la mundialización de la cultura, el origen de la profunda y cualitativamente que transformación que "sufre” occidente en este otro CAMBIO EPOCAL de la humanidad. La mundialización, no ha transformado los valores, la ética, la moral y hasta la religión -perdón las iglesias institucionales- Es el eterno problema del humano por buscar el sentido de su vida y de su existencia el que se "mudado" de lugar. Pero las inquietudes que las preguntas sobre la propia trascendencia, siguen siendo las mismas. Por ello, es que está, creemos, bien empleado el verbo "sufrir", cuando se aborda el temas como la crisis de los meta relatos, la ruptura de paradigmas científicos, la diversidad cultural y la necesaria tolerancia. Los bajos fondos del humano, no han cambiado, ni han mutado. Pasa que el término RELIGION, no "cae bien" en el arquetipo del "self made man"; son temas propios del hombre "común y corriente". Como decía un colega, utilizando un tono lúcido y convincente, "es a ese hombre, al común y corriente, al que camina por la calle - y miraba por una ventana-, AL QUE DEBEMOS INVESTIGAR. Es necesario saber qué piensa, qué ideales tiene, qué aspiraciones; qué cambios han "operado" en él este cambio epocal que permite la coexistencia de lo pre-moderno y lo moderno!!! No escuché más pues, me pareció más interesante seguir mirando la ventana por la que "pasaba" la calle y esos hombres, a los que debíamos ESTUDIAR. Pensaba yo, quizás sea ése el objetivo principal de la "calle"para algunos. EL ESTUDIARLA. Lo que trato de decir es que para nosotros, investigadores de la realidad social, la calle existe sólo cuando es objeto de nuestro trabajo. Y si bien la mundialización de la cultura ha "permitido" UNIFICARNOS, en el vestir, en el gusto por cierto tipo de música -en inglés, por supuesto- ; y hasta aprender idiomas comiendo hamburguesas; no ha eliminado las tremendas diferencias, desprecios, y miradas peyorativas de los que aún no parecen verdaderos "occidentales y europeos.