Nuestro propósito principal es crear un espacio de discusión sobre el rol y la función que la comunicación social tiene en los proyectos de desarrollo y promoción. Los invitamos pues a leer y comentar los breves artículos que hemos escrito a propósito de lo que llamamos el "COMPONENTE COMUNICACIONAL". Gina Gogin Sias
LENGUAJE Y DIFERENCIACIÓN SOCIAL
SOBRE LA DIFERENCIACIÓN SOCIAL:
Quién nos enseña a hablar “bien”?
Por: GINA GOGIN SIAS
El sociólogo francés, Pierre Bourdieu, estudioso de la cultura, inicia una conferencia con el siguiente comentario: "¿Se puede enseñar la lengua oral?, ¿Es posible enseñar algo?, ¿Se puede enseñar algo que no se aprende?, ¿Se puede enseñar aquello con lo cual se enseña, es decir, el lenguaje?" Según Bourdieu esta última pregunta es la más importante, pues aunque parezca intemporal, es para el "histórica". Pregunta al auditorio ¿Por qué en ciertas circunstancias históricas, en ciertas situaciones sociales, sentimos angustia o malestar ante este abuso de autoridad que entraña siempre el acto de tomar la palabra en situación de autoridad, o si se quiere, en situación –autorizada?. El modelo de esta situación es la situación pedagógica.Señala además que debería existir una "relación de comunicación verdadera". Es decir, evitar "que el que posee el monopolio del hecho de la palabra, imponga por completo la arbitrariedad de sus interrogantes, la arbitrariedad de sus intereses."
La razón que señala para explicar por qué la pregunta es también histórica, es porque según él, el sistema de enseñanza, es decir, el estado en el que se encuentra la relación pedagógica, está estrechamente vinculado con lo que se llama la sociedad global; es decir , las clases sociales, el lenguaje, y por ende la situación escolar. Es a propósito de estas preguntas que señala lo siguiente: "Yo quería tratar de mostrar que a partir de las preguntas concretas que plantea el uso escolar del lenguaje se pueden plantear a la vez las preguntas más fundamentales de la sociología del lenguaje (o de la sociolingüística) y de la institución escolar".
Y a partir de la pregunta, "¿cuál lenguaje oral se enseñaría?, empieza a explicar su planteamiento teórico-metodológico. Dice al respecto "Aquí hay algo implícito, como en cualquier discurso oral o incluso escrito. Hay una serie de suposiciones que cada quien aporta al hacer esta pregunta. Considerando que las estructuras mentales son estructuras sociales interiorizadas, es muy posible introducir en la oposición escrita y oral una oposición que es clásica entre lo distinguido y lo vulgar, lo sabio y lo popular, de manera que resulta muy probable que lo oral lleve aparejada toda una atmósfera populista. Enseñar el lenguaje oral seria así enseñar el lenguaje que se enseña en la calle, lo cual lleva ya a una paradoja." E inmediatamente se pregunta "¿acaso el lenguaje oral que quieren enseñar no es sencillamente algo que ya se enseña, de manera muy desigual, según las instituciones escolares?" Algo similar ocurre con las profesiones, y cita el caso de carreras como Administración y Derecho, en las que cada una exige una determinada competencia lingüística, que el sujeto debe conocer y manejar.
Afirma Bourdieu que "Aprendemos de manera inseparable a hablar y a evaluar por anticipado el precio que recibirá muestro lenguaje". En general, señala, cualquier situación lingüística funciona como un mercado en el cual se intercambia algo. En este caso, se trata de palabras, pero según este investigador, las palabras no están hechas solo para comprenderse. Una relación de comunicación, es también una relación social y cultural, en la cual esta en juego el valor del que habla. Por eso, nuestro conocimiento y evaluación previa –sea inconsciente o no-, no llevan a preguntarnos, ante determinadas situaciones comunicacionales: ¿He hablado bien o no?, ¿Habla bien el profesor, o habla "en difícil"?
A partir de este planteamiento inicial que nos ofrece Bourdieu, podemos empezar a entender que los alumnos que llegan a la escuela o a algún centro educativo, tienen ya "... una visión anticipada de las posibilidades de recompensa o del castigo que merece tal o cual tipo de lenguaje". Por ello, Bourdieu considera la experiencia escolar como una "situación lingüística" especialmente interesante de investigar. Allí, según este investigador, se ejercen las primeras censuras sobre aquellos que no poseen o exhiben las competencias lingüísticas de la institución.
Quizás algo parecido pueda ocurrir en los llamados Centros educativos Superiores o Universidades; más aun si tenemos en cuenta los cambios sociales que estamos procesando en la Lima de hoy, en relación a la estratificación social y cultural que presenta nuestra ciudad.
Bourdieu llama MERCADO LINGUISTICO, a la situación en la que "el lenguaje que se emplea en una situación particular no depende solo de la competencia del locutor en el sentido chomskiano del termino, como lo cree la lingüística interna, sino también de lo que yo llamo mercado lingüístico.. Según el modelo que propongo, el discurso que producimos es una "resultante" de la competencia del locutor y del mercado en el cual se encuentra su discurso: el discurso depende en parte (una parte que habría que apreciar mas rigurosamente) de las condiciones de recepción."
Por ello, enfrentamos situaciones lingüísticas, siendo conscientes de nuestras competencias lingüísticas y manejo del lenguaje, pero también del auditorio o personas a las que tenemos que enfrentar. Dice Bourdieu "Nunca aprendemos el lenguaje sin aprender, AL MISMO TIEMPO, sus condiciones de aceptabilidad. Por ello, muchas situaciones provocan en nosotros (y por supuesto los estudiantes) una suerte de autocensura anticipada que ejercerán al momento de comunicarse. Es por ello, que la encuesta como técnica de recojo de información, puede llevarnos no a obtener la respuesta deseada o SINCERA, sino la "puerta de entrada" para comprender estos procesos de asimilación o apropiación cultural que iniciamos desde nuestra temprana socialización; y que nos sirven para "ubicarnos" tanto en la estructura de clases de la sociedad en la que vivimos, pero también y dependiendo de lo anterior, para conocer las estrategias para "salvar" este tipo de situaciones.
Hablar de capital lingüístico significa que "...hay ganancias lingüísticas". Es decir, dependiendo del lugar social o el puesto que se ocupa y la valoración social de estos aspectos, como dice Bourdieu algunos pueden "...abrir la boca y recibir una ganancia lingüística, que no es para nada ficticia ni ilusoria como podría sugerirlo esa especie de economicismo que nos ha impuesto un marxismo primario". Para algunas personas, "...la naturaleza misma de su lenguaje (que se puede analizar fonéticamente, y desde otros aspectos) indica que esta autorizado para hablar, a tal punto que poco importa lo que diga."
Por ello, sostenemos que la perspectiva de este investigador es importantísima, pues vivimos una etapa de transición –si consideramos los tiempos de la historia de la humanidad y los años de vida de los humanos- . Porque cuando Bourdieu estudia este tipo de situaciones, esta tratando de explicar otras. Y así descubrir los factores o condiciones desde las cuales la cultura se presenta como un terreno fundamental, para entender las relaciones y las diferencias sociales. Quizás el mayor aporte de este investigador es "...haber visto en las estructuras simbólicas, mas que una forma particular de poder, una "dimensión de todo poder, es decir otro nombre de la legitimidad, del reconocimiento, del desconocimiento, de la creencia en virtud de la cual las personas que ejercen la autoridad son dotadas de prestigio."
Quizás por esta razón, los intelectuales prefieren prestarse conceptos y/o categorías de diferentes contextos, épocas y objetos de estudio, antes que practicar esa actividad que esta cayendo en desuso: pensar.
GINA GOGIN SIAS
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