BIENVENIDO A LA DISCUSIÓN DE LA COMUNICACIÓN PARA EL DESARROLLO EN EL CIBERESPACIO. Los estudios de religión: los investigadores también son actores. Como diría M. Maffesoli, es “... menester volver regularmente sobre el tema del individualismo, aún cuando sólo fuera porque obnubila, de una manera más o menos pertinente, por cierto toda la reflexión contemporánea”. El tiempo de las Tribus. Michael Maffesoli _Este tipo de narcisismo como él le llama, es el “meollo del asunto”. Quizás por esta razón se halla en numerosos textos, revistas, publicaciones, etc. “Es en cierto modo, un paso obligado para quien pretende aportar su granito de arena al edificio del saber sobre la Modernidad” Ibid. Lamentablemente, logran difundir un conjunto de pensamientos convencionales, y un tanto catastrofuicos, sobre el repliegue en si mismo, sobre el final de los grandes ideales colectivos, o entendido en su sentido mas lato, sobre el espacio publico. Esta especie de “doxa”, como dice Maffesoli, quizás bueno dure mucho tiempo, pero sí goza de una amplia aceptación. Añade que esto “... corre el riesgo, cuanto menos, de disfrazar o negar las nuevas formas sociales que se elaboran en nuestros días”. La investigación en religión, compromete al propio investigador. No se trata de un asunto de técnicas ni de tipos de investigación. El problema reside en que cuando trabaja en religión (cualquiera que sea ésta y cualquiera que sea la información que se tenga), el investigador participa de la creencia inherente a su pertenencia en un campo cualquiera (religioso, político, universitario, etc.) En el caso contrario, se está privado de una información útil, o se arriesga privilegiar el “modelo”, la “categoría”, o el “tipo”; incluso antes de tomar contacto con el objeto de estudio. Es necesario pues, conocer desde qué referentes u horizontes culturales y académicos trabaja el investigador de la religión. Pues, las creencias particulares, o asuntos como la fe, la adscripción o formación en cierto tipo de paradigmas académicos, pueden ser una ventaja ó presentar grandes obstáculos. 1.5 Los llamados NUEVOS MOVIMIENTOS RELIGIOSOS: Producto Epocal de la era del desencanto..... Los NMR (Nuevos Movimientos Religiosos), como se les suele llamar a grupos que se han formado bajo este contexto epocal, son parte de un fenómeno más amplio y más difuso, constituyéndose como una nueva religiosidad, cuyo conjunto de personas es mayor que el número restringido de las listas oficiales que se muestran. La mayoría de discursos que se han elaborado sobre la espiritualidad, la sensibilidad o las aspiraciones del hombre moderno, están formuladas, al parecer, desde la crítica, la nostalgia o el recuerdo de “un pasado con valores, un pasado reciente en el que el desfondamiento, el desencanto, no existía en los sujetos sociales”. Alfa y Omega, al igual, no “encaja” en la caracterización que se hace del panorama de la religiosidad actual. Según la bibliografía consultada y presentada en el, capitulo teórico, estas características apuntan a la existencia de una especie de “desfondamiento”, incertidumbre, vacío, etc; que algunas personas logran solucionar en el ámbito de la religión. Siendo uno de los rasgos más característicos de la transición epocal que vivimos. Por ello, resulta difícil ubicar a Alfa y Omega en los sistemas clasificatorios, elaborados para caracterizar, categorizar, y denominar a los llamados NMR. Los años de “vida” de ALFA y OMEGA, no permiten necesariamente, calificarlos como Nuevo Movimiento Religioso. Le estaríamos atribuyendo características que no presenta. Tampoco la presencia de elementos que caracterizan, según las fuentes consultadas, a los NMR; vale decir: interés por la ciencia, el misticismo, la futurología, los ovnis, entre otros, se explican por las razones que sustentan un sistema clasificatorio. No al menos en el caso de las tipologías revisadas. A continuación presentamos algunas de las razones que podrían explicar lo que hemos señalado antes. GINA GOGIN SIAS