“THINGS HAVE CHANGED” MG. GINA GOGIN SIAS La vocación y el compromiso son básicos Llevo apenas 31 años en la docencia y estoy convencida de que la educación transforma a las personas, les permite ubicarse en su realidad y transformarla; las generaciones que fuimos educadas en la forma "tradicional" hemos logrado avanzar y generar cambios; creo que uno de los errores es satanizar el método que se empleaba para educar, lo que debemos hacer es rescatar que se hizo bien, como lo podemos implementar a los nuevos modelos y enriquecerlo; por tanto lo que se requiere es de un trabajo colegiado en donde todos los profesores estemos en la misma sintonía y reconozcamos que no tenemos todo el conocimiento; que nos falta también mucho por aprender y que podemos unir esfuerzos para lograr motivar a los estudiantes y contagiarles el gusto por el aprendizaje, como hicieron nuestros maestros con nosotros. Lo anterior resulta fácil en palabras, pero en hechos requiere dedicación, estudio, capacitación, tiempo, esfuerzo, humildad, compromiso y reconocimiento de las debilidades que tenemos que convertir en fuerzas. Creo que todos los componentes educativos son importantes, no obstante existen dos aspectos que a mi juicio son básicos, y es la vocación docente y el compromiso de contribuir a la formación de nuevas generaciones. Soy docente a nivel universitario, y sin duda la vida me colocó en ese lugar, no obstante he observado a mi alrededor que muchos docentes si no tenían la vocación descubierta, la descubren, sin embargo muchos no, y siguen dando clases, pueden tener buena formación y ser excelentes profesionales en su área, pero sin vocación es muy difícil lograr objetivos educativos. Por otra parte está el compromiso que viene paralelo a la vocación. Compromiso de dar lo mejor y hasta un poco más a las nuevas generaciones, compromiso de forjar un mejor futuro. Los docentes o profesores igual que los padres, tienen un compromiso de sembrar buena cosecha. Las políticas públicas y privadas deben considerar estos aspectos y fortalecerlos. Las instituciones educativas identificarlas en el perfil docente. Los buenos maestros hacen buenos profesionales a sus estudiantes, crean e innovan el conocimiento, pero sobre todo mejoran el entorno educativo, productivo, social, etc. El reto está, solo hay que tomarlo. La cuestión docente es un problema por ahora estructural en algunos países de Latinoamérica. La formación docente está fuertemente ligada a la formación personal-familiar y cultural ganada personalmente fuera de los recintos universitarios o pedagógicos. Muchas instituciones de formación docente no hacen más que impartir conocimientos para que estos sean a su vez transmitidos a otros. Entonces, tanto, la formación como el desempeño docente no miran otros objetivos que acumular conocimientos y se evalúa en función a quien sabe más. Es verdad que algunos gobiernos invierten decididamente en la capacitación de sus docentes en actividad pero los resultados son los mismos; es decir, el profesor ahora está actualizado y sabe un poco más que antes. Pero preguntamos, qué hizo la institución que lo formó y qué hizo el gobierno en las capacitaciones de actualización para cambiarle esa estructura cultural que el docente aprendió fuera de aulas. Las actualizaciones son como nuevas recetas de cocina pero que el docente y el estado aún no han retirado la olla de barro en que aprendieron a cocinar. No será difícil pensar en la modernidad pero con sabor al pasado. ¿Qué necesitan los maestros para que asistan a sus clases puntualmente y dejen de ser tan irresponsables? es la pregunta que muchos nos hacemos y la irresponsabilidad también abarca el estar preparados en la clase que imparten y no dejar al azar el tema que será visto el día de la clase, ¿Por qué si existen maestros entregados, dedicados y responsables en sus clases otros no lo son? Es verdaderamente decepcionante ver nuestras instituciones educativas y sus profesores como personas irresponsables y para nada entregadas a su trabajo impartiendo clases y a preparar los jóvenes, que es para lo que realmente están contratados, o ¿será acaso que no son personas preparadas realmente y que simplemente están en la educación por que tienen a un conocido que les brindo esa oportunidad? Debido a que a nivel mundial el capitalismo se difundió, al igual que los avances tecnológicos, se considero que su implementación sería favorable para las sociedades; sin embargo se descuido el aspecto humano; se dio un avance tan vertiginoso que provoco un abismo generacional, en donde la tecnología permitió un mejor nivel de vida, mayor confort, más posibilidades de vida, más rapidez en los procesos de comunicación y producción; pero se perdió el sentido humano, la ética y principalmente la aplicación de los valores; las generaciones anteriores no han podido igualar el dominio o conocimiento de las tecnologías, mientras que las nuevas generaciones tienen ya una tendencia hacia el uso y dominio de la mismas, pero una ausencia en ocasiones de compromiso con la sociedad, la naturaleza y su comunidad. Efectivamente, el docente del siglo XXI no debe ser rebasado por el ingente conocimiento en educación que se genera en el contexto planetario; por consiguiente, éste, el docente requiere sustraerse de la desprofesionalización en la que se inserta; pugnar por el establecimiento in situ de un nuevo rol docente y de cara hacia la construcción de un nuevo marco educacional. Educarse para educar, debe ser una tarea permanente por parte de todo docente, instaurarse sin cortapisa, como un docente clínico, capaz de diagnosticar las verdaderas necesidades propias, individuales y colectivas de sus alumnos, para su resolución de manera significativa, contextual y constructiva. La innovación de la práctica pedagógica profesional, debe ser una meta educativa a la voz de ya, y con posibilidad de generalización al 2021. Los seres humanos somos perfectibles por lo que con cada día que se haga una reflexión sobre si las acciones o actitudes aplicadas son las correctas, se da una autoevaluación que permite forzosamente, la búsqueda de mejora. Generar la posibilidad de retroalimentar sobre nuestra experiencia docente, considerando que nos hermanan las situaciones o conflictos que se viven en las instituciones educativas, sin importar el país, nos debe también permitir compartir alternativas de solución para lograr avanzar juntos en la ardua tarea de ser profesores, docentes o facilitadores, en esencia, ser proactivos. A nivel personal, estoy en el proceso de cuestionarme que estoy haciendo bien y que puedo mejorar en mi desempeño docente